¿Cuántas veces habremos escuchado que no hay comidas como las de toda la vida? ¿Qué las recetas de nuestras abuelas son, realmente, las más ricas, las que más sabor tienen? Sabemos y somos conscientes de que esto es así.
Aunque en la cocina moderna también hay elaboraciones que están muy bien, lo que está claro es que las recetas de siempre están de moda. Y si no, que se lo digan al prestigioso cocinero Dani García, que cuando le concedieron la tercera estrella Michelin por su restaurante Dani García, en el Hotel Puente Romano de Marbella, decidió cerrarlo y volver a resetearse para rescatar las recetas más clásicas.
Así que nosotros nos unimos a la propuesta de Dani García y te vamos a proponer varias recetas de cocina clásica, recetas vintage, que siempre funcionan.
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ToggleSOLOMILLO WELLINGTON
La receta del solomillo Wellington se la debemos a Arthur Wellesley, que tras su victoria en la batalla de Toulouse fue nombrado por el rey, Primer Duque de Wellington y general jefe de los ejércitos aliados, consiguiendo la victoria frente a Napoleón en la batalla de Waterloo.
Mientras estuvo en Francia como embajador en la corte de Luis XVIII, conoció de primera mano las virtudes de la comida francesa, donde surgió el ‘filete Wellington’. Era un trozo de carne de buey rodeado de hojaldre. Le gustó tanto que ordenó en varias ocasiones que lo pusieran en los festines que organizaba. De ahí pasó a denominarse como ‘solomillo Wellington’.
Y ¿cuál es la receta del solomillo Wellington?, no te preocupes porque es muy fácil:
- 1 kilo de solomillo de ternera (aprox.).
- 1 cebolleta tierna.
- 1 vaso de brandy.
- Mostaza.
- 500 g. de champiñones.
- 200 g. de jamón serrano.
- 100 g. de paté.
- 1 hoja de hojaldre.
- 1 huevo.
- Sal y pimienta negra.
Lo primero que tienes que hacer es limpiar bien el solomillo. Una vez limpia la pieza, echa aceite de oliva virgen extra (aunque si quieres darle un toque más original y afrancesado, puedes sustituir el AOVE por mantequilla) en una cazuela o sartén en la que quepa la pieza entera. Sella bien todo el solomillo, por todas sus partes. Cuando esté, reservas en un plato y aprovecha el aceite usado y el juguito que ha soltado. Agrega las cebollas cortadas en dados y espera a que se cocinen. Pasados unos cinco minutos será el turno de echar los champiñones para rehogarlos junto a la cebolla y el brandy. Deja que se mezclen todos los sabores y que se evapore el alcohol.
Una vez cocinado, pasa todo a un vaso batidor y bátelo, que quede una pasta cremosa. Si quieres también puedes añadir un poco de nata para darle cremosidad.
Sobre un papel de horno, extiende las láminas de jamón, una al lado de la otra, y pon sobre ellas la mostaza y la salsa que acabas de hacer. Luego, unta el solomillo con el paté, salpimiéntalo y ponlo sobre el jamón. Enróllalo y guárdalo en el frigorífico. Cuanto más permanezca refrigerado estará mejor. Intenta que al menos esté una hora reposando.
Posteriormente, lo sacas del frigo, quitas el papel y lo pones sobre el hojaldre. Enróllalo y ciérralo, que no quede nada de la carne al aire. Píntalo con el huevo y al horno, previamente calentado. Déjalo unos 30 minutos a 190 grados, hasta que el hojaldre esté dorado, y luego déjalo reposar unos minutos.
Listo para disfrutar de nuestro solomillo Wellington.
TARTA DE MANZANA
Uno de los grandes postres clásicos es la tarta de manzana. Aunque está muy ligado a la cocina americana, la realidad es que podemos vincular la tarta de manzana con Inglaterra, ya que en el libro The Forme of Cury, elaborado en el siglo XIV por cocineros de la corte de Ricardo II, aparece reflejada su receta. Así que, echando cuentas, esta sí que sería una receta vintage en toda regla.
Para elaborarla necesitarás:
- 1 kg de manzanas.
- 1 Limón
- 2 huevos
- 4 cucharadas de maizena y 4 de harina de repostería
- 8 cucharadas de azúcar
- 1 vaso de leche.
- 1 sobre de levadura
- Mermelada melocotón
- Mantequilla.
Lo primero que tienes que hacer es conseguir un molde redondo, unta mantequilla para evitar que se pegue la tarta cuando la metamos al horno.
Mientas calientas el horno, pela las manzanas y córtalas a trocitos. Reserva una para decorar el exterior. Las dejas en un bol con agua y un chorro de limón para evitar que se oxiden.
En un bol mezcla la leche, los huevos y el azúcar. El resultado final tiene que tener todos los ingredientes bien integrados, especialmente el azúcar. Poco a poco ves tamizando y agregando tanto la harina como la maizena. Integra todo y añade la levadura. Que todo quede como una crema sin grumos.
Cuando el horno esté listo, vierte la masa trabajada sobre el bol y lo introduces en el horno a 200 grados. Tienes que tener paciencia y ver que esté hecha. El mejor truco es meter un cuchillo y ver que no queden restos.
Cuando esté, la saca del horno, la dejas reposar un poco mientras cortas unas láminas de la manzana que hemos reservado. Cubre la parte de arriba con la mermelada de melocotón y las manzanas. Le das un golpe de grill y lista.
COCIDO MADRILEÑO
El cocido es una receta vintage, de toda la vida, que siempre triunfa. Especialmente ahora, con la llegada del invierno se agradece más que nunca. Una receta para la que no hacen falta grandes ingredientes, ya que están todos al alcance. Además, lo mejor de todo es que es extremadamente económica. Apunta:
- 1 puñado generoso de garbanzos por persona.
- Fideo de sopa, 1 puñado por persona.
- Verduras: 1 puerro, 1 nabo, 2 zanahorias, 1 patata por persona, 1 repollo mediano y 2-3 dientes de ajo.
- 1/2 Kg de morcillo de ternera.
- 1/4 Kg de costillas de cerdo.
- 200 g de tocino blanco o entreverado de cerdo.
- 1/4 de pollo y 1/2 pechuga.
- 150 gr de jamón y 1 trozo de hueso.
- 2 chorizos y 2 morcillas.
- Sal.
Es importante que los garbanzos sean de calidad y, a ser posible, del año. Los tendrás que dejar a remojo en un bol con agua al menos 12 horas. Cuando los vayas a utilizar, retira esa agua y utiliza luego nueva para la elaboración.
Para cocinar, lo primero que vas a hacer es el caldo. Pon en una olla exprés la zanahoria, el nabo y el puerro lavados, pelados y cortados en el agua para hervir. Hay quienes prefieren echar aquí también el repollo y quienes se decantan por sofreírlo con los ajos laminados para servirlos aparte. Aquí va por gustos, así que si prefieres puedes echarlo en este momento. Pon también la carne, a excepción de los chorizos. A la hora de echar los garbanzos, se recomienda usar unas mallas que se usan en cocina, para evitar que luego se mezclen con huesos durante la cocción. Sazona todo.
En una cazuela aparte, hierve el chorizo y la morcilla. De esta manera, lo que conseguirás es desgrasarlo un poco sin perjudicar al cocido.
Cuando las zanahorias estén cocinadas, resérvalas y echa las patatas.
Cierra todo y espera unos 15 minutos. Cuando veas que el garbanzo ya está, separa todos los ingredientes y cuela el caldo, que quede limpio. Luego utilízalo para echar los fideos, cocínalos dos o tres minutos y ya tendrás lista tu sopa.
Es momento de servir por un lado el caldo, por otro los garbanzos, un tercer plato con las carnes y un cuarto con las verduras. ¡A disfrutar de nuestra receta clásica!
TARTA DE QUESO DE LA VIÑA
Recetas de tarta de queso hay muchas. Algunas incluso sin necesidad de usar el horno. Sin embargo, nosotros te vamos a proponer una de las más tradicionales y de las que mejor funcionan. La receta de la tarta de queso de la Viña, la que ponen en el famoso restaurante de La Viña, en San Sebastián, y que se ha extendido por todos los rincones del mundo. Un éxito garantizado y una obligación culinaria.
Ingredientes:
- 600 g de queso crema.
- 180 g de azúcar blanca.
- 4 huevos.
- 300 ml de nata para montar de al menos 35% de grasa.
- 1 cucharada de harina.
- 1 pizca de sal.
Para esta receta vas a necesitar un molde circular de unos 20 centímetros de diámetro. Cuando vayas a preparar la tarta, ten los ingredientes atemperados y precalienta el horno a unos 200 grados con calor arriba y abajo.
Cubre el molde con papel de horno mojado, pero sin que tenga agua, que esté húmedo y se pueda manejar. Una vez empapelado, resérvalo.
En un bol, pon el azúcar y el queso crema. Si tienes un robot con varillas será mucho más fácil. Si no tendrás que hacerlo a mano. Integra uno a uno los huevos y vete batiéndolos poco a poco, añade la harina tamizada y la sal. Que quede todo uniforme. Ahora pon la nata y vete montando todo.
Cuando esté todo preparado, lo pones sobre el molde y al horno. En unos 40 minutos la tendrás lista.
Una vez fría, hay quienes les gusta acompañarla de una mermelada por encima. Esto ya es opcional.
BLOODY MARY
Porque no todo en la vida va a ser comer. En nuestro recetario vintage también te vamos a proponer la receta de uno de los cócteles más clásicos: el Bloody mary. Esta bebida que estuvo muy de moda en la década los años 20 se la debemos al barman Fernand Petiot, y para disfrutarla necesitarás:
- Zumo de tomate.
- Vodka.
- Salsa Perrins.
- Salsa Tabasco.
- Pimienta negra.
- Zumo de limón.
- Tallo verde apio.
- Hielo.
La receta original consistía en mezclar a partes iguales zumo de tomate y vodka, pero poco después se fue customizando hasta dar con la mágica receta que te proponemos. Ten cuidado con las cantidades porque un exceso de picante, salsa Perrins o zumo de limón te puede hacer tirar al garete el cóctel.
Pon en un vaso mezclador un chorro no muy grande de salsa Perrins, a la que tienes que añadir dos o tres gotas de Tabasco, no más, tiene que estar, pero no ser protagonista. Con la pimienta, con dos vueltas de molinillo será suficiente. Añade el zumo de medio limón y el hielo. Agítalo todo hasta que esté frío.
Añade el vodka y el zumo de tomate. Las proporciones: una tercera parte de vodka por tres de zumo de tomate.
Sírvelo en una copa alta, añade la sal, el apio y listo. A disfrutar del glamour de este cóctel clásico que siempre estará de moda.
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